La escarificación es semejante a realizarse un tatuaje salvo que esta consiste en realizar cortes precisos sobre la piel ya sean superficiales o profundos de tal modo que al momento de cicatrizar estos forman cicatrices con relieves y formas de acuerdo a los cortes realizados.
Con las siguientes imágenes demostramos que es verdad que a veces la “belleza” duele. ¿Qué opinas, te harías uno?